lunes, 16 de marzo de 2015

[Cine] ( Crítica ) Kingsman : Servicio secreto

Ante todo, modales





En una escena del film el líder de ese grupo (ultra) secreto conocido como los Kingsman, Arthur (Michael Caine ) le pregunta al novato protagonista por el significado de las siglas JB con las que ha bautizado a su perro carlino, si hacen referencia a James Bond o Jason Bourne y éste le responde que a ninguno de los dos, sino a Jack Bauer ( protagonista de la serie 24 ); ese es uno de los variados ejemplos a lo largo de la cinta, una historia de espías clásica y moderna a la vez, que baila de manera arriesgada aunque nunca se cae entre la fina línea entre la parodia y el homenaje, tanto de los films de James Bond o F de Flint como de los Vengadores ( el look visual del personaje de Colin Firth es una inspiración directa ) o el SuperAgente 86 ( esa mención a cierto zapatófono … ) Incluso en la primera entrada de  en la sastrería su mentor le habla de películas como Pretty Woman o entre pillos anda el juego para saber que va a ser instruido para cambiar de vida, y éste le dice de manera sorpresiva “ sí, como en My Fair Lady “.



Kingsman adapta el cómic homónimo creado por Mark Millar, dentro de su llamado “MillarWorld” ( obras interconectadas del escritor escocés, casi siempre con la finalidad de ser adaptadas a la gran pantalla ) aunque Matthew Vaughn figura como co-argumentista de la misma. Junto a su fiel socia Jane Goldman nos trae una historia de alto espionaje llena de acción, mala leche, violencia ( el film es mucho más salvaje que la obra escrita ) y comentario crítico soterrado ( como las grandes esferas de poder y los ricos solo piensan en su propia salvación ) , en esta historia de iniciación y despertar a una nueva vida de aventuras y peligros. Con un gran megalómano como malvado que quiere salvar la tierra… destruyendo a la humanidad ( sic ) interpretado con socarronería por Samuel L. Jackson ( el cual sisea al hablar: una característica que le gusta meter a Vaughn a sus enemigos ) y que se encontrará con la oposición de una organización secreta formada por caballeros destinados a salvar a la humanidad sin que ésta la sepa. En paralelo veremos la formación de nuevos agentes Kingsman, con Gary 'Eggsy' Unwin ( el debutante Tara Egerton, pura carisma este chico ), un joven de origen humilde procedente del extrarradio londinense cuyo padre fue compañero de armas de su mentor, Harry Hart ( un perfecto Colin Firth ) y juntos deberán superar esa amenaza y poner fin al descabellado plan de Richard Valentine .


Kingsman no esconde su razón de ser, una historia basada en tantas otras anteriores, el propio Vaughn debe de ser un amante de las cintas protagonizadas por 007 - su debut como director, Layer Cake, ya bebía en espíritu de ellas, y además fue la carta definitiva para que su protagonista, Daniel Craig, fuera nombrado nuevo James Bond y su debut en el blockbuster de superheores con X-Men: Primera generación tenia un aliento a cine de espionajes en su trama -, en la propia película se bromea sobre ello cuando la audiencia espera un giro argumental o un chascarrillo a cargo de algunos de sus personajes, pero “ esta no es esa clase de película “ como dirán Valentine o Harry. Dentro de sus homenajes y sus apariencias reconocibles, Kingsman esconde mala leche y modernidad en su conjunto, incluso será subversiva en algunas decisiones dramáticas y políticamente incorrectas – la escena de la iglesia y su conclusión, el plano final con la princesa… - No solo se cita a James Bond o a Harry Flint, ni la estética que envuelve a los Kingsman está inspirada en los Vengadores encarnados por   y ; el propio servicio secreto se reúne en una mesa redonda con apodos como Lancelot ( Jack Davenport ) o Merlín ( Mark Strong ), el cual es una especie de Q para sus soldados. Clasicismo y modernidad sin miedo a mear fuera de tiesto.


Las mismas escenas de acción, con dos grandes momentos a recordar ( la pelea en el bar, que me recuerda tanto y tanto a la escena del baño de bienvenidos al fin del mundo y, sobretodo la escena de la iglesia – tanto que se merece un párrafo aparte - ) son una muestra de esa modernidad en su argumento sencillo. Rodadas con un montaje nervioso pero claro ( son expositivas y vibrantes, sin llegar a marear al personal ), con planos muy cercanos y una coreografía esplendorosa. Otro ejemplo de la cada vez más segura puesta en escena de su director, el cual comenzó siendo conocido por ser el productor de Guy Ritchie y, sobretodo, el marido de Claudia Schiffer para, film tras film, demostrar su poder narrativo palpable en películas como X-Men: Primera Generación, quizás la mejor entrega del universo mutante. Sin miedo a entrar en ningún género, cumpliendo en todas sus cintas, profesional y a la vez personal en sus historias con rasgos comunes en todas ellas ( el uso de las canciones, como queda palpable en Kick-Ass, también de Millar, o esta Kingsman ) , y con capacidad de descubrir nuevos talentos o impulsar a algunos ( Daniel Craig, Chloe Moretz, Egerton) es uno de los directores ingleses más solventes de la actualidad.


La escena en la iglesia es el punto culminante de la película, y una de las mejores escenas rodadas por Vaughn: sirve tanto como punto argumental clave – conoceremos el plan del villano – como de puesta en escena – la larga coreografía dentro del edificio, salvaje y asfixiante a la vez, totalmente incorrecta y llena de humor negro y casi terror en su definición – y dramáticamente inesperada, la conclusión de dicha escena es un golpe de guión maestro elevando el film por momentos más allá de su divertimento puro. El largo momento sirve como escena de acción, aunque muchos criticarán su violencia diciendo que es gratuita; irónica en su uso de la música y crítica en su mensaje ( el situarla en una iglesia tiene su razón de ser ) y desde ya es una de las escenas de este 2015.


A todo ello cabe sumar unas interpretaciones muy destacables, desde Firth que funciona perfecto como agente secreto de maneras elegantes y educadas pero expeditivo en las escenas de acción pasando por ese paródico villano sin caer en el humor grueso ni gratuito o ese descubrimiento en la figura de Ederton, un joven llamado a llegar a grandes metas dado su carisma delante de la cámara. Aún más, es todo un detalle glorioso visual esa villana encarnada por la bailarina de origen argentino  Sofia Boutella y sus piernas en forma de espadas ( y que tanto recuerda a villanos como el Tiburón encarnado por Richard Kiel en las cintas de Bond ). También sumar la siempre grata presencia de secundarios ilustres como Michael Caine como y Mark Strong como Merlín y el papel de un muy envejecido Mark Hamill ( saga la Guerra de las galaxias ).



Kingsman es un producto fiel a su director, el cual vuelve a hacer equipo con su guionista habitual adaptando una obra de Mark Millar para superar en nivel de calidad e interés a la misma, así como proporcionar una nueva relectura de un género tan manido, bordeando la línea entre parodia y homenaje ( " esta es otro tipo de película " ) y dándonos 130 minutos de entretenimiento, violencia y excelentes escenas de acción.

2 comentarios:

  1. A mí me sorprendió muchísimo la película, no me la esperaba tan buena. La escena de la iglesia es, sin duda, lo mejor de la película, sobre todo las consecuencias de esta como ya has dicho. La verdad que me ha encantado la peli, salí muy contento del cine.

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  2. Estupenda critica, fenomenal pelicula, aunque para mi el momento cumbre es la activacion de los dispositivos en los "malos", ese momento de resolucion con fuegos artificiales que ni me podia imaginar, una sorpresa mayuscula que me dejo atonito y soltando igualmente carcajadas y expresiones de sorpresa en el cine. Sublime.

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