(Sitges 2013 ) Mindscape

Puzzles que se rompen

 

 

Dentro de la crisis imperante en el mundo del cine español, con la caída semana tras semana del número de espectadores y la taquilla recaudada, en Sitges vemos año tras año como el cine de género patrio tiene, irónicamente, una buena salud ( al menos, en producción; sobre su calidad ya hablamos a continuación ) y como jóvenes directores que generalmente  proceden del mundo del corto consiguen repartos internacionales, con la arma de rodar en inglés de cara a una distribución internacional. Este año en Sitges 2013 podemos ver el debut en el largo del cortometrajista Jorge Dorado (el otro, Gracias, Limocello ) quien dirige el thriller Mindscape.

 

 

 

Un hombre con la habilidad de entrar en los recuerdos  ( el siempre excelente Mark Strong, aquí en un papel protagonista algo desaprovechado ) de las personas se ocupa del caso de una brillante pero problemática adolescente, Anna ( Taisa Farmiga, hermana de Vera y una de las protagonistas de la serie de FX American Horror History ) para determinar si es una sociópata o bien la victima de un trauma.

 

 

 

Mindscape, producida por Jaume Collet-Serra ( otro cortometrajista que dio el salto al largo, más contretamente a la industria USA y ahora produce a otros jóvenes directores españoles, algo parecido a lo que hace Rodrigo Cortés, quien es productor de Grand Piano de Eugenio Mira )  tiene una gran factura técnica, algo que honra a los técnicos con una gran formación en nuestro país. Su base argumental es la de crear un thriller con un giro final que te haga reevaluar todo lo visto, las fuentes de inspiración son el silencio de los corderos ( Jonathan Demme, 1991 ) o el sexto sentido de M. Nigth Shyamalan ( 1999 ), y con un (leve ) componente de ciencia ficción, basado en Origen de Christopher Nolan o Shutter Island de Martin Scorsese, de las cual bebe mucho, quizás demasiado, aunque si conseguir su fuerza dramática en el caso del director italoamericano ni el perfeccionismo visual y la estructura hipnótica de ese thriller sobre ladrones de recuerdos de Nolan.

 

 

 

La trama quiere ser un thriller psicológico donde tenemos a un protagonista herido y como éste cae bajo las redes de una femme fatale, con el toque sci-fi de que el investigador es espectador ( como todos nosotros  ) de los recuerdos de dicha chica. No faltan la familia disfuncional y los giros dramáticos, los cuales una vez va avanzando la acción se rompen por sí mismos y ese pretendido final sorpresa no consigue su objetivo, dejando el relato en un thriller más con demasiadas referencias pero sin un universo personal y sin ninguna fuerza en su narración. Es más en su mismo final parece no querer condenar a su personaje protagonista e incluye un segundo final insatisfactorio, rompiendo las reglas del cine negro, quiere dañar al detective pero a la vez no llega a las últimas consecuencias, haciendo que éste se levante de su caída.

 

 Tiene unos actores protagonistas solventes como son Mark Strong, el eterno secundario que siempre cumple y muy bien en regla general, o la ascendente Taissa Farmiga que, al igual que su hermana mayor Vera Farmiga ( Up in the air, Bates Motel ) sabe trasladar inocencia y a la vez misterio con su tierna mirada. En papeles secundarios nos hallamos con el gran Brian Cox ( Corolianus ), Indirna Varma ( las series Roma o Luther ), Alberto Ammann ( Celda 211 ) o Noah Taylor ( juego de tronos ). Pero los actores, correctos sin más, no consiguen salvar la intrascendencia de este thriller que acaba siendo un mal recuerdo para el espectador y que podía haber apuntado más alto.