[Cine] ( Críticas ) The imitation game ( Descifrando Enigma )

Injusticias históricas

The imitation game es El discurso del rey ( Tom Hopper, 2010 ) de este 2015, es la cinta de qualité del año, el relato histórico que quiere poner justicia en una injusticia, la propuesta de los hermanos Wenstein ( en una descripción que cada vez hace que huya más y más de dichos estrenos ), la historia destinada a estar presente en la carrera de los premios ( y a ganar cuantos más mejor ). Y no es que la cinta dirigida por el director noruego Morten Tyldum  ( autor de la negra Headhunters)  sea una mala película por ello, al contrario tiene buenos momentos y sobretodo un plantel de actores capitaneados por un inspirado Beneditch Cumberbatch buscando su éxito en el cine, pero no es la gran película que nos quieren vender.

La historia trata sobre la figura de Alan Turing ( emocionante Cumberbatch, quizás el único anclaje emocional del film ), un tímido y retraído matemático que fue contactado por el ejército británico, ejemplificado en la figura del comandante Denniston ( Charles Dance, Juego de tronos ) y con la atenta mirada del “inexistente” MI6 ( “ solo hay cinco agencias de seguridad nacional, ¿ como puede haber una sexta?, “ esa es la clave, que no nos conozcan “, se menciona en el film ) con  Stewart Menzies (Mark Strong ) como enlace. Trabajará junto a  Hugh Alexander ( Matthew Goode ),  John Cairncross (  Allen Leech, Downtton Abbey ) y , para después reclutar a Joan Clarke ( Keira Knightley ) y juntos conseguir crear una máquina capaz de contrarrestar a Enigma, el mecanismo de cifrado alemán y evitar más muertes en esa guerra.

Con una historia que ya fue tratada en el correcto thriller Enigma (2001) de Michael Apted, The imitation game parece que haya sido creada por esa máquina perfecta que vemos formarse durante la historia de la cinta (precedente claro de los ordenadores), pues aunque trata de muchos y diversos temas, de variable gravedad, todo está perfectamente atado, no hay aristas de guión, pero esa perfección es sinónimo de frialdad, no se aprecia alma en lo tratado; a pesar de tratar temas como la homosexualidad, los secretos y mentiras, el trabajo en equipo como camino para erradicar el mal imperante, la igualdad de sexos ( o los derechos de la mujer y su lugar histórico durante y después de la 2ª G.M.)  o la soledad, todo ello dentro de un marco histórico definido y harto importante. La película peca de querer ser trascendente tratando temas individuales y universales a la vez, aunque sin pensar que al tener a la figura de Alan Turing como enlace con estos temas el espectador no llega a empatizar del todo, no sientes emoción por el destino de tan maltratado personaje; si acaso los escasos acercamientos emocionales se deben a la entregada actuación de Beneditch Cumberbatch.

El actor de Sherlock ( 2010- ) es capaz de expresar la soledad que sufrió el matemático, debido a su condición de homosexual ( detalle visible en pequeños apuntes, si bien el film se equivoca a la hora de desvelar dicho acontecimiento, en mi opinión ), su carácter errático y asocial y a su vez su lucha por conseguir su logro individual (casi) sin pensar en las vidas que potencialmente puede pensar, el crear una máquina de códigos universal ( en uno de los apuntes más acertados e interesantes del “perfecto” guión de Graham Moore  ) . El actor, que tiene una potente voz ( detalle que le hizo ser escogido para ser la voz de Smaug en la trilogía de El Hobbit, por ejemplo ) modula su tono y, junto a sus miedosos movimientos, transmite esos sentimientos y sensaciones. Él es el único enlace con el espectador, dentro de una narración académica ( demasiado académica ). A su vez se ve arropado por un correcto elenco de actores ingleses ( si quieres un buen reparto homogéneo, escoge actores ingleses ) como Charles Dance, Mark Strong ( estos dos no obstante sin destacar demasiado ) o Matthew Goode y, sobretodo Keira Knightley, en una estupenda interpretación que brilla aún más en las escenas que comparte con Cumberbath  ( su encuentro final es uno de los mejores momentos de la cinta ).

Sin embargo el film no puede evitar ser demasiado academicista en su puesta en escena, donde cada plano está pensado para contentar al potencial espectador, y que se transmite a otros aspectos técnicos, desde el montaje, la fotografía ( del español Óscar Faura ) o la banda sonora, uno de los trabajos más discretos de los últimos años del siempre brillante Alexander Desplat. El mismo guión parece calculado milimétricamente para tocar cada tema, aunque eso no signifique que los mismos sean tratados en profundidad o lleguen a la audiencia; desde esos insertos históricos a modo documental ( para dar mayor énfasis y prestigio quizás al film ), la parte de suspense – los prueba y error con la máquina de Turing -, la presencia del personaje de Knightley para hablar sobre el crecimiento en importancia del sector femenino en la sociedad o   pasando por esa estructura moderna con saltos en el tiempo , donde se apunta ese error creo de creación: ya notamos, sobretodo en los flashbacks de su infancia la “naturaleza” de Turing en su amistad con , no creo que haga falta esas escenas del presente, además mostradas como una investigación criminal, para desvelar ese secreto. Todo es perfecto y amplio, pero no profundo ni emocionante. Aún así quiero destacar ese aspecto argumental que para mí es lo más desvelador de la historia, en el momento en que Enigma SPOILER es neutralizada y como el grupo secreto decide no usar su contrainteligencia para acabar con las incursiones alemanas, deben estudiar (estadísticamente) que momentos desbaratar o no, aún a riesgo de seguir perdiendo vidas humanas, puesto que si intervienen demasiado pronto la inteligencia alemana se daría cuenta FIN SPOILER .

En definitiva The imitation game es una buena película, con grandes momentos en ciertos aspectos y un actor destinado a ser uno de los grandes ( si no lo es ya ) de los próximos años, si bien no es tan trascendente como muchos pueden pensar. Buen cine, pero no imperecedero.